Esta es una receta rápida y sencilla para sacarnos de un apuro cuando no tenemos mucho tiempo ( o ganas ) de ponernos a elaborar postres complicados.
Básicamente se trata de una tartaleta de masa quebrada rellena de un ganaché cremoso de chocolate.
- 1 lámina de masa quebrada (si lo preferís podeís utilizar hojaldre)
- 250 ml de nata para montar
- 250 gr. de chocolate ( yo lo he hecho con chocolate con leche. Si lo haces con chocolate negro puedes bajar un poco la proporción de chocolate para que quede más cremoso.)
Engrasamos un molde y los forramos con la masa quebrada. La horneamos hasta que esté dorada y la dejamos enfriar.
Troceamos el chocolate y lo reservamos en un cuenco.
Calentamos la nata. Cuando empiece a hervir la retiramos del fuego y la vertemos sobre el chocolate. Esperamos 1 minuto y removemos continuamente hasta que se disuelva el chocolate.
Vertemos sobre la tartaleta y llevamos a la nevera unas horas hasta que cuaje la mezcla.
Servimos con nata.
Más fácil imposible
Hola preciosa!! una receta ideal, para hacer este veranito, con la pereza que me da encender el horno, con estos calores, un abrazo.
ResponderEliminarFácil y rico.
ResponderEliminarPues más fácil y resultona imposible.
ResponderEliminarbesos
Que tarta más buena, tiene una pinta estupenda, un beso
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarUna tarta fabulosa, ideal para los días de inviernos donde no te quitas las zapatillas de estar por casa y disfrutas de la tranquilidad
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